Acogimiento familiar de menores

Se recurre una resolución administrativa que declaró la extinción del acogimiento familiar de una menor y estableció su acogimiento residencial, debido a indicios de desprotección en el entorno de la familia acogedora.

La parte acogedora se opone judicialmente a esta resolución alegando que no se habían tenido en cuenta las necesidades afectivas y emocionales de la menor, así como su voluntad de regresar al entorno familiar acogedor. También cuestionó la valoración de los informes psicosociales y la falta de consideración de la posibilidad de que los hechos denunciados no fueran probados en el proceso penal en curso.

Su recurso se desestima y se confirma el cese del acogimiento familiar y la constitución del acogimiento residencial. Concluye el Tribunal que la decisión de cesar el acogimiento familiar estaba debidamente motivada y fundamentada en la necesidad de evitar situaciones de riesgo o la reproducción de actuaciones perjudiciales para la menor.

Se destaca que, aunque la opinión de la menor es relevante, no puede ser determinante cuando satisfacerla podría perjudicarla. Los informes psicosociales y de tratamiento evidenciaron desprotección, falta de reacción adecuada por parte de la familia acogedora ante posibles abusos sexuales sufridos por la menor, y un modelo educativo basado en el castigo y la dependencia emocional. Además, se observó que la menor presentaba síntomas de estrés postraumático y un alto sentimiento de culpa, lo que hacía imperativo prevenir cualquier situación que pudiera agravar su bienestar emocional y psicológico.

 

 

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